miércoles, 2 de diciembre de 2015

>> SUPER CONDENSADORES

Un supercondensador, es un dispositivo que permite almacenar grandes cantidades de energía eléctrica y cederla en forma relativamente rápida para un fin determinado. Para entender su funcionamiento, veamos una analogía con un circuito hidráulico (todos hemos visto una presa, o un depósito de agua que alimenta una red de tuberías)
Imagine, que usted es un ingeniero de procesos en una planta industrial en la que requiere un flujo de agua constante para el llenado de botellas, y un flujo muy caudaloso para el lavado de un conjunto grande de botellas. Para el flujo constante, cuenta con el agua suministrada por una presa cercana. Para el flujo de lavado, posee un tanque de cierta capacidad que al ser llenado de agua, se vacía por un conducto de gran diámetro, obteniendo así el caudal necesario para el lavado de botellas (es necesario cierto tiempo para llenarlo con agua de la presa).

Usted quisiera disminuir el tiempo de llenado del tanque de lavado (por cuestiones de espacio no puede adquirir otro tanque), por lo que diseña en su mente un tanque de mucha mayor capacidad ‒en un terreno cercano‒ que le pudiera permitir lavar las botellas en menos tiempo. Se le ocurre un tanque híbrido con una capacidad muy grande (emulando a una presa) que le permita mantener un flujo constante, y con características del tanque de lavado, como la posibilidad de contar con un flujo caudaloso cuando fuera requerido. En un momento dado, le podríamos llamar a este reservorio «supertanque» o también «supercondensador hidráulico» (debido a su alta capacidad de almacenamiento y descarga de agua).
La presa, que permite tener un flujo constante de agua para el llenado de botellas, tiene el equivalente eléctrico de una batería. El agua acumulada, sería la carga eléctrica almacenada electroquímicamente en su interior. El conducto ‒o tubo‒ hidráulico, junto con su válvula de cierre, tiene el equivalente de un alambre conductor de la electricidad, junto con una resistencia que limita el paso de la corriente eléctrica.

El equivalente eléctrico del tanque que permite el lavado de botellas, es un condensador. Éste puede almacenar energía eléctrica en un nivel mucho menor que la batería, aunque puede cederla de una forma mucho más rápida. El condensador (como el tanque de lavado), puede cargarse y descargarse las veces necesarias. La altura del tanque podría representar el potencial eléctrico del condensador.
El equivalente eléctrico de lo que usted, como ingeniero, creó en su mente para la hipotética planta industrial, se denomina supercondensador, el cual puede almacenar grandes cantidades de carga eléctrica ‒o energía eléctrica‒ y cederla en forma relativamente rápida.
Condensador eléctrico
Como vimos ya brevemente, un condensador es un dispositivo que almacena carga eléctrica. ¿Cómo ocurre esto?… Pensemos en un globo inflado. Éste, al frotarse con el cabello (o con una prenda de lana), adquiere carga eléctrica (electrones del cabello ‒o de la lana‒ se trasladan al globo, obteniendo así una carga eléctrica neta negativa). Cuando el globo vuelve a acercarse a la cabeza atrae cabellos, o si se acerca a pequeños pedazos de papel, los atraerá también. De hecho, el globo, al almacenar carga eléctrica, es un condensador eléctrico.
El globo cargado, podría adherirse a una pared, que, aunque es eléctricamente neutra, la carga negativa del globo le induce a tener  una carga eléctrica positiva en su superficie, generando así una fuerza electrostática de atracción (cargas eléctricas opuestas se atraen, en caso contrario, se repelen). En el momento en el que el globo transfiere su carga negativa a la pared, se vuelve eléctricamente neutro y cae al suelo.
Condensador de «placas paralelas»
Mediante un condensador eléctrico de placas paralelas (separadas a cierta distancia) se puede acumular carga eléctrica positiva en una placa, y negativa en la otra, generándose un campo eléctrico entre ambas (con una diferencia de potencial ‒medida en voltios‒ determinada). Volviendo al ejemplo del globo, éste podría representar la placa con carga negativa y el área de la pared con carga opuesta, la placa con carga positiva. Además de la fuerza electrostática, habría una diferencia de potencial entre el globo y la pared.
En los condensadores eléctricos, cuanto mayor sea el área de las placas y menor la distancia entre ellas, mayor es su capacidad. En medio de las placas se coloca material aislante, denominado dieléctrico (que influye también en la capacidad del condensador). El dieléctrico puede se aire, plástico, cerámica, algún electrolito, entre otros. La diferencia entre estos materiales es su capacidad de polarizarse eléctricamente, es decir, qué tanto sus moléculas, o iones (en el caso de un electrolito), son capaces de alinearse con el campo eléctrico, quedando la parte negativa de las moléculas polarizadas dirigida hacia la placa con carga positiva, y la parte positiva hacia la placa negativa.

Tal arreglo de cargas en el dieléctrico, genera otro campo eléctrico que se opone al generado por las placas del condensador. Para compensar la súbita disminución del campo eléctrico total (el potencial entre las placas es constante), se almacena aún más carga eléctrica en las placas, por lo que la capacidad total del dispositivo se incrementa. Así, vemos que hay tres factores principales que influyen en el comportamiento de un condensador: el área de las placas, la distancia, y el dieléctrico entre ambas. La unidad de medida de la capacidad eléctrica es el Faradio ‒F‒ (en honor al científico británico Michael Faraday).

En la industria de los componentes electrónicos, son muy comunes dos tipos de condensadores, los cerámicos y los electrolíticos. En los primeros, se utilizan materiales cerámicos como dieléctrico. En los segundos, el dieléctrico (un electrolito que consiste de una solución con moléculas eléctricamente cargadas, es decir, iones) humedece un papel en medio de dos tiras metálicas enrolladas. Esta configuración permite muy altas capacidades en un volumen relativamente pequeño. Los condensadores convencionales tienen valores de capacidad del orden de los pF (pico-Faradios, 10-12F) o nF (nano-Faradios, 10-9 F) hasta llegar a los μF (micro-Faradios, 10-6 F).
Los supercondensadores
Como vimos, cuanto mayor sea el área de las «placas» de un condensador, la capacidad de almacenamiento de carga es mayor. Pero ante el impráctico incremento de área lisa (el dispositivo sería demasiado voluminoso), es mejor aumentar la rugosidad de la placa como una manera de incrementar el área. Si las «arrugas» de la superficie tienden a ser prominentes e ínfimas, en el orden de los μm (micro-metros, 10-6 m) o nm (nano-metros, 10-9 m), la superficie tendería a ser enorme. Por lo tanto, estas condiciones permitirían que la capacidad de un condensador de «placas rugosas» ‒o incluso porosas‒ pueda incrementarse significativamente. Aquí es donde entramos en el área de los supercondensadores.

Uno de los materiales que permite una rugosidad o porosidad a escala nanométrica, es el carbono, ya sea como carbono activado (carbono con un alto nivel de porosidad ‒un gramo puede sobrepasar los 600 m2 de área‒), nanotubos de carbono (cilindros muy largos con respecto a su diámetro, de una sola capa o de varias), o grafeno (hojuelas de carbono de un átomo de espesor). Se han construido supercondensadores de carbono ‒con un electrolito adecuado‒ que permiten capacidades en el orden de los Faradios o decenas de Faradios por gramo (cientos de miles de veces la capacidad de un condensador electrolítico, por ejemplo).
Además de los supercondensadores de carbono, hay otros con una mayor capacidad aún. Generalmente están basados en polímeros conductores (un polímero es una macromolécula conformada por cientos o miles de unidades ‒monómeros‒ que debido a sus enlaces, y bajo ciertas condiciones, permiten la conducción de electricidad) como la polianilina, el polipirrol, el politiofeno, entre otros. Estos materiales no almacenan la carga eléctrica en su superficie, sino en su volumen (mediante la inserción/expulsión de ciertos iones provenientes de un electrolito). Es decir, estos condensadores romperían con el esquema del condensador convencional de dos «placas». Por esta razón, a su propiedad de almacenar carga eléctrica se le llama pseudocapacidad.
Las capacidades de los supercondensadores basados en polímeros conductores están en el orden de los cientos de Faradios por gramo. Para una velocidad de carga/descarga mayor, es preferible que el polímero sea lo más poroso posible. Esto facilita la interacción de los iones en solución con las cadenas poliméricas. La ventaja de estos dispositivos con respecto a los de carbono, es que pueden almacenar cientos de veces más carga eléctrica, la desventaja, es que su vida útil es sensiblemente menor. Actualmente, se realiza una amplia investigación científica para hacerlos más eficientes.
Aplicaciones de los supercondensadores y consideraciones finales
En cuanto las aplicaciones de los supercondensadores, éstos pueden utilizarse en automóviles eléctricos o híbridos (los cuales funcionan con un motor de combustión interna y otro eléctrico). Otorgarían la enorme carga eléctrica almacenada en muy poco tiempo (una corriente eléctrica alta) que ayudarían a accionar el motor eléctrico (alimentado por una batería) cuando el vehículo se encuentre en alto total. Posteriormente, el supercondensador se volvería a cargar relativamente rápido para volver a ceder su carga eléctrica en algún otro alto. Bajo este mismo principio, un supercondensador podría apoyar con potencia eléctrica a un motor de un elevador, por ejemplo. También, podría utilizarse para alimentar eléctricamente dispositivos electrónicos como móviles, relojes, cámaras fotográficas, entre otros, durante periodos relativamente largos.

Como podemos ver, el supercondensador sería un dispositivo intermedio entre una batería eléctrica y un condensador convencional. En ciertas condiciones podría utilizarse como batería, y en otras, como condensador (con una capacidad enorme). Sería como obtener un enorme tanque para almacenar agua, que a veces tenga la función de presa, y a veces de tanque para el lavado de botellas, como vimos en nuestra analogía.
FUENTE:http://papeldeperiodico.com/2013/10/02/que-son-los-supercondensadores/

jueves, 5 de noviembre de 2015

ENERGIA TERMODINAMICA


La energía solar termodinámica es un nuevo concepto de energía renovable.  Ésta no utiliza directamente la radiación solar sino que absorve el calor existente en el ambiente a través de unos paneles termodinámicos, ofreciendo una muy alta eficiencia energética en un rango de temperaturas de entre -10ºC y 40ºC. Las principales aplicaciones de la energía solar termodinámica son la obtención de ACS y calefacción de viviendas y piscinas, aunque están surgiendo modelos que además de lo anterior, también pueden alimentar aires acondicionados y proporcionar frío.

¿Como funciona la energía solar termodinámica?

Esta tecnología se basa en una bomba de calor de alta eficiencia, cuyo evaporador ha sido sustituido por un panel termodinámico, capaz de aprovechar mejor la energía del ambiente gracias a su gran área de captación y su contacto directo con agentes climáticos como la lluvia, el viento y el sol.
Su funcionamiento se basa en el CICLO DE CARNOT INVERSO, mediante la aplicación de un trabajo se consigue captar el calor del foco frío para llevarlo al caliente, es decir, su funcionamiento se basa en conseguir extraer el calor del exterior (foco frío) mediante un fluido a muy baja temperatura para introducirlo en el interior de la vivienda (foco caliente).
1- Un fluido refrigerante a baja temperatura circula por el interior del panel termodinámico. Dicho fluido capta la radiación solar incidente en el panel así como la energía ambiental. La diferencia de temperatura provocada por agentes externos como el sol o el viento garantiza que el fluido se evapore.
2- El compresor aspira este gas caliente y lo comprime, elevando su temperatura y presión.
3- El fluido entra en el condensador, formado por un serpentín que rodea al depósito, donde se transmite la energía desde el fluido hacia el agua del interior.
4- A alta presión y después de haber cedido gran parte de su calor al condensador, el fluido refrigerante llega a la válvula de expansión de nuevo en fase líquida. Aquí sufre una reducción de presión lo que hace que el fluido esté en condiciones de entrar de nuevo en los paneles.

Ventajas

Los equipos de energía solar termodinámica son la opción más recomendada por los expertos para generar energía. El avance de la tecnología de los últimos años ha permitido crear estos paneles que son más eficientes, más versátiles y más económicos que ninguna otra opción. Son la nueva generación de paneles solares, con mejoras en tantos aspectos que los han convertido en la mejor solución para una gran mayoría de los casos.
  • Paneles más eficientes: Funcionan de día y de noche. Captan la energía del ambiente, del sol, lluvia,  viento, nieve, etc.
  • Sin necesidad de equipo auxiliar: Cubren el 100% de las necesidades de agua caliente sanitaria y/o calefacción.
  • Fácil instalación: Más fácil manejo e instalación, el peso de los paneles es de 6,2 kg.
  • Versatilidad: Los paneles termodinámicos pueden instalarse en cualquier orientación e inclinación.
  • Integración: Los paneles termodinámicos están disponibles en multitud de colores para favorecer la integración arquitectónica.
  • Durabilidad: Materiales de alta calidad y resistentes a la corrosión que dotan a la instalación de larga vida útil y de fiabilidad.
  • Coste: El coste de estos equipos es inferior al de los paneles térmicos.
  • Bajo Mantenimiento: Los paneles termodinámicos no necesitan mantenimiento ni limpieza, y el sistema no corre peligro por congelación o sobrecalentamiento.
  • FUENTE://///

jueves, 28 de mayo de 2015

Nueva invención fotovoltaicos que funcionan mejor los dí­as nublados

Uno de los problemas fundamentales de las energías renovables es que su producción depende en parte del clima, son dependientes del aire, el sol, de las corrientes marinas o de las lluvias. Unos investigadores fineses han logrado crear unos paneles solares que son más eficientes los días que no hay sol. Conseguir mayor eficiencia y más independencia de las condiciones climatológicas son dos de las asignaturas que deben superar algunas energías renovables.
Científicos de la Universidad de Aalto (Helsinki) en colaboración con expertos de la Universidad Politécnica de Cataluña han creado unos paneles solares con células negras de silicio permiten a estas placas ser un 4% más eficientes que las que tenían el récord, según ha informado la universidad finesa.
La capacidad de las células negras para captar la luz desde diferentes ángulos permite a estos paneles generar más electricidad que los tradicionales.
De media generan un 3% más de electricidad al día. Otra ventaja es que estos paneles no tienen que llevar un revestimiento antirreflectante como los tradicionales. Este hecho supone un ahorro en los costes de producción que puede hacer más atractiva la implantación de estos paneles.


Fuente: El economista.